Llegan las fiestas y pareciera que todo el agotamiento que fuimos acumulando durante el año estuviera a punto de estallar.
Las comidas de trabajo, los encuentros familiares, la compra de regalos a diestra y siniestra, las obligaciones sociales, el trabajo que se va sumando antes de las vacaciones, esos kilos de más, son algunas
de las razones por las que nos estresamos y nos agobiamos cuando se acerca fin de año.
Ser el anfitrión perfecto, tener todos los regalos a tiempo o el cargo de conciencia por comer y beber sin medida nos impiden disfrutar de las fiestas y agregan más razones para terminar agotados.
A esto se suma el sentimiento de angustia que muchas veces puede despertar la Navidad, porque durante estas fechas de celebración es común recordar a los seres queridos que ya no están (este es el principal motivo de la tristeza de muchas personas en esta época). Además, el bombardeo de anuncios que reflejan familias felices y colmadas de regalos, invita a reflexionar sobre nuestra propia situación personal, económica o de cualquier otra índole, y puede que se convierta en otro de los factores que influyen en el estado de ánimo.
Empeñadas en hacer un balance del año que termina, muchas personas se ven incapaces de cambiar de golpe y predisponerse para ser feliz.
Según distintas investigaciones, la tasa de suicidios disminuye en Navidad, pero las admisiones en los hospitales por problemas psiquiátricos aumentan en las semanas que siguen a estas fiestas.
¿Cómo evitar el estrés y la ansiedad cuando llegan las fiestas?
Pensar cuáles son las circunstancias o razones que desencadenan estrés durante la época de las fiestas y concentrarse en resolverlas o evitarlas anticipadamente puede ayudar a reducir el estrés. Por ejemplo:
• Está bien decir "no" a eventos que no nos resultan importantes. Esto nos dará más tiempo para decir "sí" a los eventos que realmente nos interesan. Prestar atención a las propias necesidades y sentimientos evitará situaciones estresantes.
• Meditar o hacer ejercicios de respiración para relajarse. Salir a dar caminatas cortas. Mantener un horario regular de sueño, comidas y ejercicio y limitar la cantidad de alcohol, son algunas pautas para cuidarse, que a la vez ayudan a manejar situaciones estresantes durante las fiestas.
• Esta época puede ser especialmente difícil si se está enfrentando algún tipo de duelo, la muerte de un ser querido o el fin de una relación. Es posible sentir vergüenza de pedir ayuda o pensar que la tristeza se irá sola.
de las razones por las que nos estresamos y nos agobiamos cuando se acerca fin de año.
Ser el anfitrión perfecto, tener todos los regalos a tiempo o el cargo de conciencia por comer y beber sin medida nos impiden disfrutar de las fiestas y agregan más razones para terminar agotados.
A esto se suma el sentimiento de angustia que muchas veces puede despertar la Navidad, porque durante estas fechas de celebración es común recordar a los seres queridos que ya no están (este es el principal motivo de la tristeza de muchas personas en esta época). Además, el bombardeo de anuncios que reflejan familias felices y colmadas de regalos, invita a reflexionar sobre nuestra propia situación personal, económica o de cualquier otra índole, y puede que se convierta en otro de los factores que influyen en el estado de ánimo.
Empeñadas en hacer un balance del año que termina, muchas personas se ven incapaces de cambiar de golpe y predisponerse para ser feliz.
Según distintas investigaciones, la tasa de suicidios disminuye en Navidad, pero las admisiones en los hospitales por problemas psiquiátricos aumentan en las semanas que siguen a estas fiestas.
¿Cómo evitar el estrés y la ansiedad cuando llegan las fiestas?
Pensar cuáles son las circunstancias o razones que desencadenan estrés durante la época de las fiestas y concentrarse en resolverlas o evitarlas anticipadamente puede ayudar a reducir el estrés. Por ejemplo:
• Si el problema es la falta de dinero, fijar un presupuesto y no gastar más de lo planeado. Está bien decirle a los hijos que un juguete en particular cuesta demasiado. No comprar regalos por encima de nuestras posibilidades significará una preocupación menos para el resto del año
• Está bien decir "no" a eventos que no nos resultan importantes. Esto nos dará más tiempo para decir "sí" a los eventos que realmente nos interesan. Prestar atención a las propias necesidades y sentimientos evitará situaciones estresantes.
• Meditar o hacer ejercicios de respiración para relajarse. Salir a dar caminatas cortas. Mantener un horario regular de sueño, comidas y ejercicio y limitar la cantidad de alcohol, son algunas pautas para cuidarse, que a la vez ayudan a manejar situaciones estresantes durante las fiestas.
• Esta época puede ser especialmente difícil si se está enfrentando algún tipo de duelo, la muerte de un ser querido o el fin de una relación. Es posible sentir vergüenza de pedir ayuda o pensar que la tristeza se irá sola.
Sin embargo, si la angustia no se supera, es importante pensar en la posibilidad de hacer una consulta psicológica.
Asesoró: Dra. Mónica Fabiana Cornejo, psiquiatra de Hémera,
Centro de estudios del estrés y la ansiedad
Asesoró: Dra. Mónica Fabiana Cornejo, psiquiatra de Hémera,
Centro de estudios del estrés y la ansiedad
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